Lecciones de un paro anunciado

Este lunes 27 de junio se cumplieron 15 días de paro nacional. Conversando con algunos colegas sobre esta situación, trataba de encontrar posibles soluciones o salidas de esta crisis política que tiene en vilo a todo un país. En vista de que no encontré palabras alentadoras y esperanzadoras en estas conversaciones, hice el siguiente análisis porque si no aprendemos de nuestros errores, los volveremos a cometer.

Después de 18 días de paro, aquí menciono algunas reflexiones desde mi perspectiva en ciencias empresariales. Primero, el éxito no puede ser resultado del aislamiento. Los ecuatorianos que residen en Ecuador y los que viven o han vivido en otras partes del mundo, reconocemos que es un país bendecido por la mano de Dios. Tremendamente hermoso, de gente amable y trabajadora que busca y merece una mejor calidad de vida; pero con actores políticos en constante conflicto. Corrupción, pobreza y desempleo son enemigos comunes, que afectan a corto y largo plazo, porque ponen en riesgo nuestros valores ciudadanos y familiares. La ausencia de una colaboración conjunta, sin agendas partidistas, impacta en las esperanzas personales del ciudadano de a pie.

Segundo, de los errores aprendemos a ser mejores. Debemos aprender de estas experiencias para generar estrategias asertivas que faciliten la creación de un mejor modelo de sociedad. El gobierno actual, lleva un año en el poder, y después de una pandemia mundial, recesión económica global y una guerra que parece no terminar, entre Rusia y Ucrania, las condiciones económicas y sociales en Ecuador y en el mundo entero, son muy difíciles. Según la CEPAL, en su informe anual Panorama Social, América Latina y el Caribe es la región más vulnerable del mundo en esta pandemia. Se estima que la pobreza extrema en la región subió a 86 millones de personas en 2021 como consecuencia del COVID-19[1]. Las crisis son momentos de cambio, y el cambio siempre cuesta. Reconociendo el sufrimiento y el dolor de la muerte en los enfrentamientos de estos días, intentemos aprender de estas experiencias para la modelización de nuestra sociedad. Por el lado del gobierno, enfocar su atención a aquellos grupos y sectores más vulnerables y mejorar, en términos generales, su estrategia de comunicación. Por el lado de los manifestantes, depurar sus partidarios y parar la violencia, respetar el estado de derecho y asumir las consecuencias de sus actos. Son momentos dolorosos los que están aconteciendo en el Ecuador, y son parte del desarrollo de una conciencia colectiva para que podamos avanzar. Hoy vemos que las nuevas tecnologías permiten la inclusión, y esto visibiliza una amplia diversidad de realidades que entran en contraste. Esto obliga, a quienes nos representan, a adaptarse a esta pluralidad y estar mejor preparados en el servicio y atención de las necesidades históricas y las necesidades inmediatas. El enfrentamiento de los modelos estatista y privatista debe dar paso a un modelo combinado de servicios para el bienestar del país. No debemos inventar el agua tibia, ¿Qué es lo que funciona en otros países desarrollados? ¿Podemos adaptarlo a nuestra realidad en Ecuador?

Tercero, construir un proyecto nacional a largo plazo. Un proyecto de país requiere una vigencia de 20 a 30 años, por ello los gobernantes en ejercicio de cuatro años deben acoplarse, actualizar y potenciar según las tecnologías emergentes y las experiencias previas, al proyecto país preexistente. Todo ello sin buscar ser actores principales, sino solamente gestores de un proceso que beneficie a los ciudadanos del presente y el futuro. ¿Cuál es nuestro proyecto país? Lo que hoy vivimos es una consecuencia natural de la inmediatez de nuestro tiempo, que obliga a razonar en lo momentáneo, lo cercano, lo visible, lo pasajero y lo individual… lo cual está MUY bien, pero está incompleto… pues debemos mirar TAMBIÉN lo comunitario, lo de largo plazo. En este momento, la mayoría de ecuatorianos hemos elegido al Sr. Guillermo Lasso como nuestro actual representante y debemos apoyarlo. Si no estamos de acuerdo con sus políticas públicas, el próximo año tendremos elecciones seccionales y en dos años más, nuevamente elecciones presidenciales y podremos elegir a otros candidatos de nuestra preferencia. Si cada vez que estamos en desacuerdo, determinados grupos van a paralizar el país, van a cerrar carreteras, van a querer refundar la vida democrática, entonces seguiremos anclados al tercer mundo.

Con un paro que duró casi tres semanas con personas fallecidas y millones de dólares en pérdidas… la mayoría de los ciudadanos clamamos paz, justicia, esperanza.


[1] https://www.cepal.org/es/comunicados/pobreza-extrema-la-region-sube-86-millones-2021-como-consecuencia-la-profundizacion-la

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